El divorcio es una decisión muy seria en una relación. Antes de decidir divorciarse definitivamente, es necesario reflexionar profundamente sobre los motivos que te han llevado a pensar en elegirlo.
Primero, comprenda que todas las parejas tienen desacuerdos, más serios o menos serios, sin importar el estatus social o la duración de la relación. Esto es natural y necesario para que la pareja madure con las diferencias, aprendiendo a convivir con los defectos y cualidades del otro.
Si su matrimonio ha llegado a un punto crítico, antes de buscar un abogado, intente responder honestamente las cuatro preguntas siguientes. Pueden ayudarlo a reconsiderar su decisión.
1 – ¿Hice todo lo que pude?
Simplemente cobrarle a la otra parte los cambios no resuelve el problema. Es necesario que también hagas un esfuerzo para que la relación se recupere. A menudo, la ruptura puede parecer una alternativa atractiva a los problemas que se enfrentan en la vida cotidiana, pero quizás no sea la mejor manera de resolver las cosas.
Quizás la salida más saludable es reevaluar lo que te molesta y, aunque ya has hecho mucho por tu matrimonio, prueba un último esfuerzo para mantenerlo vivo hablando abiertamente con tu esposo sobre los problemas relevantes que te preocupan. .
2 – ¿Cómo afectaría esta decisión a mis hijos?
Cuando piense en divorciarse, debe comprender que esta decisión es muy seria y podría afectar a otras personas además de usted. Si tiene hijos, considere cómo se verán afectados si decide separarse. Si bien muchos dicen que un divorcio pacífico es mejor para los niños que un matrimonio con problemas, los divorcios casi nunca son completamente pacíficos.
Si finalmente llega a la conclusión de que la separación es realmente la mejor salida, hable con sus hijos junto con su esposo para asegurarse de que comprendan las verdaderas razones que lo llevaron a hacerlo. Cuanto más sincero sea el diálogo, es menos probable que se traumaticen con el proceso.
3 – ¿El divorcio mejorará mi vida?
Evalúe su matrimonio con honestidad. Haz una lista de las cosas que te molestan y, junto a ella, una lista de las cosas buenas que viven juntos. Enfréntelos y evalúe los resultados: ¿los negativos superan a los positivos en número o gravedad? De lo contrario, valdría la pena intentar superar los problemas de la relación.
Muchas personas terminan creyendo que les hará más felices, pero con el tiempo, se dan cuenta de que el divorcio no resolvió todos sus problemas, como imaginaban, solo creó nuevos problemas. Para evitar que esto suceda, piense con mucho cuidado antes de tomar una acción definitiva.
4 – ¿Estoy preparado para afrontar las consecuencias?
Una separación tiene muchas consecuencias negativas. Incluso si fue usted quien pidió el divorcio, tenga la seguridad de que no será fácil. Echarás de menos algunas cosas, echarás de menos y querrás volver, y tendrás que vivir con las dificultades de vivir solo a partir de ese momento.
Además, está el problema financiero. Solo es más difícil organizar sus cuentas y mantener el mismo nivel de vida. Por supuesto, nadie necesita permanecer en una mala relación solo por esa razón, pero si vaciló frente a cualquiera de los elementos mencionados, podría ser el caso de darse la oportunidad de tener más tiempo para pensar si realmente desea. divorciarse.