Imagina cómo te sentirías si pudieras ser menos crítico contigo mismo. Si pudieras perdonarte por errores pasados y seguir adelante. Seguramente, te sentirías mucho más libre para seguir nuevos proyectos, disfrutar de la vida y ser feliz, ¿no?
Esta es la idea del amor propio: darse cuenta de que tiene un valor inconmensurable independientemente de sus defectos. Es el que te permite mantenerte seguro sobre quién eres incluso en medio de los tiempos más turbulentos.
Practicar la autoestima reduce los niveles de ansiedad y depresión e incluso nos ayuda a adoptar hábitos de vida más saludables; después de todo, es parte del cuidado personal. Aprende cómo puedes fortalecer tus sentimientos sobre ti mismo:
1. Sé tu mejor amigo
Muchas veces somos más comprensivos y amables con otras personas que con nosotros mismos. Tener amor propio es esforzarse por comprender y aceptar sus fracasos con la misma compasión y afecto que su mejor amigo.
Eres humano, por lo que a veces tomarás decisiones equivocadas. No te cubras tanto y no seas un juez tan despiadado contigo mismo.
2. Saber reconocer momentos de estrés emocional.
Presta atención a lo que sucede dentro de ti. Cuando te des cuenta de que estás empezando a sentirte ansioso o tener pensamientos negativos sobre ti mismo, reconoce que estás teniendo un momento difícil o que tu cabeza está confundida. No te dejes llevar por estos pensamientos, ya que no se corresponden con la realidad.
3. Convierta las experiencias negativas en aprendizaje
Tomó una decisión equivocada, actuó sin pensar o lastimó a alguien que ama, por lo que se siente muy, muy mal. Si no hay nada más que pueda hacer para solucionar esta situación, una forma de practicar la autoestima es imaginar que sucedió hace muchos años y analizar cuál era su contexto en ese momento.
¿Estaba nervioso por otras razones? ¿Tenía todos los conocimientos que necesita para actuar de manera diferente? Intente comprender por qué actuó de esa manera y haga de esta experiencia infructuosa una gran experiencia de aprendizaje.
4. Eres la única persona que tiene poder sobre tus emociones.
No es fácil, pero cuando nuestra autoestima está bien desarrollada, nos convertimos en los únicos responsables de cómo nos sentimos con nosotros mismos. Por supuesto, la vida seguirá trayendo desafíos y momentos de tristeza, pero estos episodios ya no afectan la forma en que te ves a ti mismo.
La autoestima le permite mantener la confianza en su valor, independientemente de una relación amorosa final, resignación o decepción con un amigo cercano, por ejemplo.
5. Nadie tiene una vida perfecta
¿Todos tus amigos en la escuela ya están casados, tienen hijos y viven en una mansión mientras nunca pasas la segunda cita? Tus compañeros de la universidad ya están terminando su postdoctorado, pero ¿te estás golpeando la cabeza con los bordillos?
Puede parecer que todos tienen una vida más desarrollada que la tuya, pero eso no es cierto. No conoces la angustia y las dificultades que enfrentan otras personas, así que no te sientas inferior ni pienses que solo tú no has hecho todo lo que te gustaría.
6. Sepa si perdona
Tú error. Ok, sucede ¿Qué puedes hacer para aliviar un poco la situación? Pide disculpas a las personas que lastimas si esto es posible, pero sobre todo perdónate a ti mismo.
Puede ser que tu actitud parezca realmente estúpida ahora, pero no tenías forma de saber eso antes. Quizás tuviste que pasar por esta experiencia negativa para madurar. Aprende a perdonarte a ti mismo y convierte el dolor en aprendizaje para situaciones futuras.
7. El amor propio debe ser practicado
Así como tienes que cultivar una relación con alguien más, el amor propio necesita ser alimentado diariamente. No es algo que debe hacer una vez y olvidar, sino un conjunto de prácticas continuas.
Te fallarás a ti mismo, pero también golpearás mucho. Comprenda sus imperfecciones (mientras intenta resolverlas) y escuche sus necesidades. Al darte cuenta de que no estás contento con tu vida, date la oportunidad de cambiar, sin juzgar y sin tantas demandas. Ponte en primer lugar. Ámate a ti mismo!