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 9 señales que su cuerpo puede darle están exagerando en el ejercicio

15 julio, 2021
Dicas de Mulher

Foto: iStock

Ya sabes cuál es el consejo principal para evitar la obesidad y reducir el riesgo de una multitud de enfermedades: el ejercicio. Y realmente, nadie puede negar que mantenerse activo tiene muchos beneficios para su cuerpo y mente.

Sin embargo, hay una máxima que dice: "Todo lo que está en exceso es malo", y esto no es diferente del ejercicio. Esto generalmente le sucede a las personas que ya siguen una rutina de entrenamiento ocupada, pero están obsesionadas con los resultados por alguna razón y sobredosis. En este caso, es inevitable que su cuerpo empiece a mostrar algunos signos de sobrecarga, como los siguientes nueve:

1. Te lleva mucho tiempo recuperarte

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Permanecer sin aliento durante varios minutos, sentir que sus brazos y piernas ya no responden y estar completamente exhausto son signos claros de que ha luchado más allá de sus límites y que puede ser mejor reducir ligeramente su carga de ejercicio.

Otros signos de sobreentrenamiento continúan sedientos incluso después de tomar dos litros de agua y sentir mucho dolor después de terminar su actividad física.

2. ¿Te sientes más débil?

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Cuando hacemos demasiado ejercicio, una de las respuestas del cuerpo es activar nuestro sistema de defensa, haciendo que las fibras musculares tarden más en recuperarse y que se sienta más débil. Del mismo modo, su cuerpo tardará más en recuperarse de un simple resfriado.

3. Su frecuencia cardíaca aumenta en la mañana

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Otro efecto del ejercicio excesivo es un cambio en la frecuencia cardíaca. Una buena pista para saber si esto le está sucediendo es medir los latidos de su corazón por la mañana, antes de levantarse de la cama y descansar durante el día.

Si la frecuencia es mayor al despertar, esto puede ser una señal de que está haciendo demasiado ejercicio y que su cuerpo no se recupera como debería.

4. Es más difícil dormir

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Mientras que una rutina de ejercicio regular mejora la calidad del sueño, una sobrecarga causa el efecto contrario. Esto se debe a que el sobreentrenamiento estimula la producción de hormonas del estrés, que provocan insomnio incluso si está cansado.

5. Tu cuerpo duele por varios días

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Una rutina de ejercicio larga, repetitiva e inquieta entre los entrenamientos puede hacerte sentir un dolor muy severo en cualquier parte de tu cuerpo, incluso si no vas al gimnasio. Además, puede experimentar calambres, espasmos musculares y hormigueo.

6. Siempre estás cansado, incluso mentalmente

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Si bien la fatiga muscular es una consecuencia obvia del ejercicio excesivo, la fatiga mental a veces pasa desapercibida. Sin embargo, sobrecargar tus entrenamientos puede disminuir tu concentración, memoria y rendimiento en el trabajo o la escuela, y hacerte sentir con poca energía para divertirte con tus amigos o llevarte bien con tu familia.

7. Ya no estás evolucionando.

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Un organismo sobrecargado comprende que está bajo amenaza y ralentiza su metabolismo para mantener sus reservas de emergencia. Por ejemplo, si su objetivo es perder peso y ya no ve resultados a pesar de haber aumentado su entrenamiento, es posible que haya cruzado los límites de su cuerpo.

Además, si su cuerpo está agotado, su rendimiento se ralentizará y no obtendrá la ganancia muscular soñada al mismo ritmo que antes.

8. El humor te traga

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Ya sabe que la actividad física estimula la liberación de endorfinas, sustancias que promueven nuestro bienestar. Sin embargo, al igual que con el sueño, el ejercicio excesivo tiene el efecto contrario en nuestro estado de ánimo, haciéndonos constantemente irritados o ansiosos.

Si este es su caso, puede cambiar un viaje al gimnasio por una actividad más relajante, como un masaje o simplemente quedarse en casa viendo una película.

9. ¿Te sientes triste y frustrado cuando piensas en entrenar?

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Estás dolorido, cansado, irritado y, para empeorar las cosas, no estás viendo resultados. No es de extrañar que se sienta frustrado por sus entrenamientos, ya que aparentemente no ofrecen nada positivo. Sin embargo, la solución no es aumentar la carga de ejercicio, sino encontrar la dosis más adecuada para su cuerpo.

Si experimenta alguno de estos síntomas, la mejor manera de hacerlo es buscar la asistencia de un profesional de educación física para que lo ayude a encontrar el ritmo correcto. Equilibrar los entrenamientos, el descanso y otras actividades es fundamental para mantener sano el cuerpo y la mente.