El color del cabello está determinado por factores genéticos y la proteína responsable de su pigmentación es la melanina. Dependiendo del tipo y la cantidad de melanina que se encuentre en el cabello, se puede definir el color natural del cabello.
El cabello negro y castaño contiene eumelanina, un pigmento oscuro. Los pelirrojos y rubios tienen un pigmento brillante llamado feomelanina. En las canas, la cantidad de melanina es baja, mientras que los blancos no la tienen.
Como la melanina también actúa sobre la piel, en general, el color natural del cabello está directamente relacionado con el color de la piel, por lo que las personas de piel oscura tienden a tener el cabello oscuro y las personas de piel clara, el cabello claro.
En medio de tantos tratamientos químicos y tintes, es posible que acabes olvidando cuál es el color natural de tu cabello, pero seguro que recuerdas si tiende más hacia el oscuro, el rojo o el claro. Sabiendo esto, averigüe qué riesgos para la salud están asociados con cada grupo y prevenga usted mismo.
cabello negro y castaño
Las personas con cabello negro y castaño son más propensas a la adicción al tabaco. Uno de los factores probables es la alta proporción de melanina, que evita que el hígado metabolice las toxinas rápidamente y hace que las toxinas permanezcan más tiempo en el cuerpo, causando adicción.
Los estudios en animales apuntan a que la vitamina C es un aliado para mantener el funcionamiento del hígado siempre en orden. Por tanto, si eres fumador y tienes vetas negras o marrones, lo ideal es que consumas al menos 75 mcg de esta vitamina al día, el equivalente a lo que se encuentra en media naranja.
Debido a que tienen la piel más grasa, las morenas pueden tener más facilidad para desarrollar granos, pero por otro lado, esta misma grasa tiende a hacer que los signos de la edad aparezcan más tarde.
La tendencia a desarrollar manchas solares, también conocidas como melasmas, es mayor en las mujeres que tienen cabello castaño. Una vez que aparecen las manchas, se recomienda el uso de agentes despigmentantes. La aparición de queratosis seborreica, una piel que parece una verruga, también es común, especialmente después de los 50 años, pero se puede eliminar con cauterización.
La caída del cabello en las morenas y pelirrojas es más evidente porque tienen el cabello más grueso. Para combatir el problema, se recomienda consumir 250 g de carne al día, fuente de aminoácidos y zinc, y 200 g de almendras o 100 g de maní, ricos en vitamina B7.
Pelo rubio
Las mujeres rubias son genéticamente más susceptibles a la DMAE (degeneración macular relacionada con la edad), una enfermedad que provoca la pérdida de la visión central. Una dieta rica en compuestos naturales que se encuentran en las verduras de color verde oscuro puede ser un gran aliado.
Las rubias producen una menor cantidad de melanina, lo que hace que la piel y el cuero cabelludo estén más expuestos a la agresión solar. La melanina, además de actuar sobre el color de la piel, también protege frente a los rayos UV. Si eres rubia y tienes la piel clara, no dejes de usar protector solar con factor de protección a partir de 30 y, siempre que vayas a estar expuesto al sol, usa sombreros.
A diferencia de las morenas, las rubias tienen una fuerte tendencia a formar arrugas y rosácea, una inflamación crónica que provoca enrojecimiento y la razón es, nuevamente, la falta de melanina. El consejo es no renunciar a las cremas antiarrugas e hipoalergénicas.
Pelirrojo
Un estudio de 2009 de la Universidad de Harvard en los EE. UU. Concluyó que los pelirrojos tienen un 90% más de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Es posible que la misma mutación genética que altera el color del cabello sea la responsable de la predisposición a la enfermedad. El consumo de alimentos con ácido fólico, como las espinacas (preferiblemente crudas) y las frutas ácidas puede ayudar en la prevención.
Si es pelirrojo, es posible que sea más sensible al dolor debido a una mutación genética que hace que los pelirrojos sean más resistentes a la anestesia local. Las pelirrojas necesitan hasta un 20% más de sedantes que las morenas o rubias.
Las pelirrojas de ojos claros, en lugar de broncearse, terminan por arder, aumentando las posibilidades de desarrollar enfermedades como el cáncer de piel. Además, el sol puede aumentar la aparición de pecas.
Desafortunadamente, no sirve de nada teñirse el cabello o intentar cortar los malos de raíz. La solución es estar siempre atento a tu salud, recurrir a productos y, siempre que lo creas necesario, realizar tratamientos preventivos. Ante cualquier sospecha, consulta a un médico de confianza y recuerda siempre que el color de cabello más importante y bonito es una mujer sana.