Siempre ha tenido un cuerpo delgado, con piernas y brazos delgados, y decidió que ya no estaba contento con su estado físico. O bien, admiras los cuerpos más musculosos y te gustaría desarrollar tus músculos también.
Cualquiera sea la razón, te has inscrito en el gimnasio y estás entrenando duro para ganar masa muscular. Desafortunadamente, sin embargo, sus resultados no son los que desea.
Esto puede suceder por varias razones, desde comer hasta falta de descanso adecuado para que su cuerpo se recupere del entrenamiento.
Recuerde que cada organismo es diferente, por lo que la orientación de un profesional es indispensable para que pueda alcanzar sus objetivos de manera satisfactoria y segura.
1. No estás recibiendo suficientes calorías
Si su deseo es desarrollar sus músculos y no solo mantenerlos como están, lo más probable es que necesite aumentar la cantidad de alimentos que está acostumbrado a comer.
Necesita comer más calorías de las que su cuerpo gasta para que pueda desarrollar más músculo, de lo contrario, su cuerpo no tendrá los nutrientes necesarios a su disposición. Además, puede ser aconsejable comer comidas y bocadillos con más frecuencia.
2. No estás consumiendo los alimentos correctos
Sí, debe aumentar su ingesta calórica, pero eso no significa que su dieta deba basarse en pizzas, bocadillos procesados y dulces. Para que los músculos crezcan, debe consumir calorías saludables con una proporción adecuada de proteínas, carbohidratos y grasas.
Cada organismo tiene diferentes necesidades, pero se estima que se deben ingerir de 30 a 40 gramos de proteína por comida para optimizar la síntesis muscular.
Sin embargo, no solo se deben tener en cuenta las proteínas: el consumo de carbohidratos estimula la liberación de insulina, lo que indirectamente estimula la hormona del crecimiento (hGH) para desarrollar músculo. Además, los carbohidratos proporcionan la energía que necesitará para hacer sus series en el entrenamiento.
Incluso las grasas son importantes, porque sin ellas puede haber una pérdida en la producción de testosterona, lo que puede dificultar el desarrollo muscular.
3. Vas a entrenar cansado
Si definitivamente no eres una persona mañanera, el entrenamiento matutino puede no ser una buena idea. Cuando se siente agotado, no hay forma de poner la intensidad requerida en las series de ejercicios, y su resultado no será el esperado.
Del mismo modo, entrenar por la noche después del trabajo no te hará mucho bien si te estás arrastrando. Necesitas encontrar un momento en el que te sientas más dispuesto e intentar adaptar tu entrenamiento durante esta ventana.
4. Estás entrenando hambriento
Algunas personas no pueden desayunar tan pronto como se despiertan y eligen entrenar en ayunas. Desafortunadamente, este hábito puede disminuir su fuerza, velocidad y energía durante el ejercicio, así como perjudicar el crecimiento muscular.
Al carecer de combustible al hacer una serie de ejercicios cardiovasculares, su cuerpo puede terminar consumiendo los músculos como fuente de energía. Del mismo modo, hacer ejercicio en ayunas puede incluso acelerar la quema de grasa, pero también puede causar consumo de aminoácidos e interrumpir la hipertrofia.
5. Estás exagerando cardio
Los ejercicios cardiovasculares son excelentes para ayudarlo a mantener el peso o perder algunas libras, pero en exceso pueden dificultar la ganancia muscular ya que estará exhausto.
En lugar de pasar horas haciendo ejercicio aeróbico, como correr en una cinta de correr, puede ser más apropiado invertir en una carrera de velocidad. La orientación de un profesional de educación física es fundamental para encontrar la relación correcta entre los tipos de ejercicio.
6. No estás descansando lo suficiente
Es en el entrenamiento que estimula el crecimiento de sus músculos, pero es cuando está en reposo que realmente aumentan de tamaño.
De esa manera, si no le da tiempo a su cuerpo para recuperarse, siempre se descompondrá los aminoácidos, sin tiempo para reparar y construir fibras musculares. Nuevamente, es crítico contar con un acompañamiento profesional para estipular su frecuencia de entrenamiento.
7. No te estás volviendo tan pesado como pensabas
Puede sucederle a todos: incluso vas al gimnasio, pero pasas más tiempo chateando con colegas y actualizando Instagram que realmente entrenando.
Por supuesto, esta situación no es ideal, pero como el gimnasio también es un entorno socializador, no es raro que sus participantes pasen más tiempo del que deberían en actividades no relacionadas con el entrenamiento.
Vale la pena vigilar la cantidad e intensidad de los ejercicios que hizo durante su tiempo en el gimnasio.
Como todos los organismos son diferentes, los consejos no siempre funcionarán para usted. Cada persona tiene sus necesidades y objetivos individuales, por lo que solo un equipo de profesionales de educación física y nutrición puede determinar por qué no está logrando los resultados deseados.