Un estudio de la Universidad de Edimburgo, Escocia, mostró que cambiar los hábitos después del matrimonio es común y que esto puede afectar directamente el aumento de peso, especialmente para las mujeres.
Para llegar a esta conclusión, se analizaron alrededor de 20,000 personas, teniendo en cuenta su salud, genética y la forma en que comían en la infancia y la edad adulta.
La explicacion
El resultado mostró que, independientemente de su tipo físico, vivir con su pareja en el mismo ambiente puede terminar interfiriendo con la comida. Es decir, si la pareja tiene malos hábitos, con el consumo de muchos productos procesados y golosinas en general, esto puede influir en la mujer, haciendo que comience a comer de esta manera y, en consecuencia, que aumente el peso.
Por otro lado, también hay buenas influencias. Una pareja que generalmente practica actividad física tiende a alentar a la mujer a comenzar a hacer ejercicio también.
¿Por qué las mujeres son mayoría?
Lo extraño es que los cambios ocurren más a menudo con las mujeres. Esto tiene que ver con el hecho de que incluso hoy existe una mayor carga para las mujeres, especialmente después del matrimonio. Mientras que para el hombre pequeños cambios en su rutina, para la mujer hay una acumulación de deberes: trabajar en el cuidado de la casa y, en el futuro, con los niños.
Esta sobrecarga puede provocar ansiedad y la comida se usa como válvula de escape en muchas situaciones. Además, los momentos para dos tienden a incluir cenas y bocadillos, con alimentos poco saludables que tienen una presencia constante en esta nueva fase de la vida.
Teniendo en cuenta todos los datos, el consejo de los investigadores es que las parejas se animen mutuamente a llevar un estilo de vida más saludable, ya sea creando una rutina de ejercicios o comenzando a incluir diferentes elementos en el menú diario.