Todos hemos pasado por uno de esos días en que nada parece funcionar. Tanto está yendo mal en casa, en el trabajo y en la relación que nos sentimos extremadamente molestos, sin la paciencia para pequeños problemas de la vida cotidiana.
Esto se debe a que, en estas situaciones, ya estamos en nuestro límite, incluso una pequeña dama que inadvertidamente perfora la línea de la panadería puede ser suficiente para hacernos estallar para siempre.
Sin embargo, estar de mal humor de vez en cuando es diferente de estar enojado todo el tiempo. Este sentimiento dificulta nuestra productividad y nuestras relaciones, impidiéndonos disfrutar de los buenos momentos. Sin mencionar, por supuesto, que el mal humor también afecta nuestra salud física.
Si este es su caso, aquí hay 7 razones que pueden ser la causa de todo este mal humor y también algunos consejos sobre cómo superar este problema:
1. Algo te está molestando
A veces, el mal humor que parece surgir del más allá tiene una razón, pero está un poco oculto y no podemos identificarlo al principio. La mayoría de las personas tienen dificultades para comprender exactamente lo que sienten y cómo expresar mejor el problema. El resultado es una ola de mal humor sin explicación aparente.
En este caso, una buena idea para entender lo que está sucediendo dentro es hablar con un amigo de confianza, o incluso con tu madre, hasta que te sientas mejor sin tratar de encontrar una lógica para tus sentimientos.
2. ¿Tienes hambre o has comido incorrectamente?
La irritación que afecta a algunas personas cuando sienten hambre no es la frescura. Incluso puede suceder después de haber comido si su comida no ha sido muy saludable.
Los alimentos ultraprocesados o ricos en azúcar pueden engañar al hambre al principio, pero no proporcionan los nutrientes necesarios para el funcionamiento adecuado del cuerpo y la mente.
Además, estos alimentos pueden causar un pico de glucosa en la sangre, lo que aumenta la insulina en la sangre y nos vuelve hambrientos poco después de comer, y nos irrita. El consejo aquí es dar preferencia a los alimentos ricos en fibra, proteínas, vitaminas y minerales, dejando de lado los alimentos procesados.
3. Estás durmiendo poco
Cuando estamos privados de sueño, nuestra mente no tiene suficiente energía para lidiar con los problemas y las personas en general. Esto hace que sea bastante fácil tener mal genio y explotar en situaciones que podrían no ser tan graves.
Es durante el sueño que nuestros cuerpos pueden vigorizar tanto física como emocionalmente, por lo que es esencial dormir de 7 a 8 horas por noche.
4. Te estás despertando en el momento equivocado.
La mayoría de nosotros necesitamos levantarnos temprano y cumplir con nuestras obligaciones laborales y de estudio durante el horario comercial, ya que así es como funciona la mayoría de la sociedad. Sin embargo, no todos tienen el mismo reloj biológico, y la causa de su estado de ánimo constante puede ser cuando se despierta.
Al atardecer o al anochecer, las personas pueden sentirse muy irritadas por la mañana, volviéndose improductivas, desconcentradas y de mal humor. Si este es su caso, la solución ideal sería ajustar su rutina para que pueda dormir y despertarse un poco más tarde.
Sin embargo, esta no es la realidad de la mayoría de las personas. En este caso, solo puedes intentar dormir temprano y encontrar un hábito matutino que te ayude a concentrarte más, como practicar unos minutos de meditación.
5. ¿Eres introvertido o muy sensible al medio ambiente?
Los introvertidos o las personas muy sensibles a los estímulos ambientales, como las luces y los sonidos, tienen una cosa en común: su energía simplemente se agota si tienen que interactuar con muchas personas o permanecer en un lugar muy ocupado. Como resultado, están sin paciencia e irritados.
Si este es su caso, trate de encontrar pequeños agujeros en su rutina para estar solo durante unos minutos, ordenar sus pensamientos y recuperar su energía física y mental.
6. Tu respiración está fuera de balance
La respiración es tan automática que a veces olvidamos que hay diferentes formas de hacerlo. Cuando estamos estresados y ansiosos, por ejemplo, la tendencia es expirar más de lo que inhalamos, causando un desequilibrio.
Mantener la entrada y salida de aire de la misma longitud ayuda a tranquilizar la mente y las emociones, reduciendo la irritabilidad. Por lo tanto, en situaciones estresantes, recuerde prestar atención a su respiración.
7. Tus articulaciones están bloqueadas
Además de los problemas de salud como la artritis y la artrosis, la falta de ejercicio, una dieta deficiente, la deshidratación y las emociones reprimidas pueden endurecer las articulaciones.
Este síntoma es el resultado de procesos inflamatorios en estas regiones del cuerpo, que también afectan nuestra salud mental. Por lo tanto, prácticas como el estiramiento y el yoga a menudo son beneficiosas para calmar nuestras emociones.
Sé paciente contigo mismo: todos tenemos días malos, y a veces es casi imposible mantener una sonrisa en tu rostro todo el tiempo. Respira, tómate tu tiempo, trata de alejarte de la fuente de irritación y sigue adelante.
Si nada de esto se resuelve, es importante buscar ayuda profesional de un médico o psicólogo. A veces, el mal humor crónico puede ser distimia, una enfermedad psiquiátrica que debe tratarse.