¿Tu piel se pela, tiene una textura áspera y a veces pica y arde? ¿Vive usando un arsenal de productos específicos para la piel seca, que incluyen humectantes, jabones e incluso protector solar, pero nada parece funcionar?
Si se identifica con esta situación, tenemos una revelación: tal vez su piel no esté realmente seca; de hecho, puede estar deshidratada.
Los problemas son similares
Tanto la piel seca como la deshidratada tienen síntomas similares, como rigidez, descamación, áreas blanquecinas, textura rugosa, sensibilidad y agrietamiento.
Otra similitud se encuentra en aquellas regiones del cuerpo que son más propensas a la sequedad, incluidas las mejillas, los codos, las rodillas, las espinillas y los pies (especialmente los talones).
Sin embargo, aunque se manifiestan de manera similar, la piel seca y la piel deshidratada son causadas por diferentes factores, por lo que el tratamiento también será específico para cada uno.
Entendiendo la piel seca
Cuando hablamos de "piel seca" nos referimos al tipo de piel, al igual que la piel normal, mixta y grasa. En este caso, se considera seco porque produce poco sebo, un rasgo que puede acompañarnos desde el nacimiento debido a una predisposición genética o que puede surgir con la edad avanzada.
Esta falta de sebo perjudica la formación de una película hidrolipídica, una capa delgada de aceite mezclada con la transpiración que evita la pérdida de agua de la piel al medio ambiente. Por lo tanto, incluso si la piel recibe agua, no podrá retener estas moléculas debido a la falta de esta barrera protectora.
Como resultado, la piel seca tiende a verse opaca y los signos de envejecimiento (como arrugas y líneas finas) aparecen antes. Además, es más susceptible a la inflamación y la infección porque la barrera no es tan efectiva para protegerla de sustancias y microorganismos extraños.
Es importante recordar que los factores externos, como el uso de productos de eliminación de grasa (que molesta a algunas personas incluso si son naturales, especialmente en la zona T) y algunos medicamentos, pueden empeorar la condición o convertir la piel normal en sequedad, incluso temporalmente. .
Entendiendo la piel deshidratada
A diferencia de la piel seca, lo que caracteriza la piel deshidratada es la baja cantidad de agua, no la producción insuficiente de sebo, tanto que las personas con esta afección pueden mostrar signos de grasa, como brillo en la zona T, puntos negros y espinillas.
Por lo tanto, la piel deshidratada no es un tipo de piel, sino una condición generalmente temporal que puede surgir debido a algunas razones como estas:
- Factores ambientales como clima seco y vientos fuertes;
- Exposición excesiva al sol
- Uso constante de aparatos de calefacción o aire acondicionado;
- Uso de productos para la piel inadecuados, como tónicos con alto contenido de alcohol, lociones abrasivas y cosméticos muy ácidos o con ingredientes irritantes;
- Muy alta temperatura del agua durante el baño y lavado de cara;
- Eliminación de la película hidrolipídica debido a una limpieza excesiva;
- Tabaquismo y consumo de alcohol;
- Consumo excesivo de sal y bebidas estimulantes como el café.
En este caso, el uso de productos para la piel seca puede no ser suficiente para resolver el problema o, lo que es peor, dejar la piel muy grasa en lugar de hidratada, lo que favorece la aparición de acné y poros dilatados.
Prueba de pellizco
Si todavía tiene dudas sobre qué está causando que su piel se seque, hay una prueba muy simple que puede ayudarlo: pellizque ligeramente su cara.
Si la piel tarda en volver a su posición original, se deshidrata. Si regresa rápidamente, la cantidad de agua es normal y probablemente su cara tenga piel seca.
A partir de esto, puede elegir el tratamiento más apropiado y tomar las medidas necesarias para corregir el problema.
Como cuidar la piel seca
Si su problema es la producción insuficiente de aceite, vale la pena invertir en productos específicos para pieles secas y sensibles. Al elegir un humectante, elija aquellos con una textura más densa y grasa que contenga ingredientes emolientes y humectantes para ayudar a restablecer el equilibrio de la película hidrolipídica, como la niacinamida, las ceramidas y los aceites y mantequillas vegetales.
Para la limpieza, use agua tibia y jabones de pH neutro adecuados para este tipo de piel. En el caso del protector solar, las versiones en crema suelen ser más adecuadas.
Además, es importante exfoliar ligeramente para eliminar las células muertas y permitir que los ingredientes activos penetren en la piel. Solo tenga cuidado de no exagerar, ya que puede agravar la sensibilidad y aumentar la sequedad.
Como cuidar la piel deshidratada
La piel deshidratada necesita productos que ayuden a reponer la cantidad de agua, como humectantes que contienen urea, lactato y glucoglicerol. En este caso, la textura puede ser más ligera, como líquido o crema de gel, especialmente si tiende a tener grasa.
Pero más que eso, es esencial asegurarse de beber al menos 2 litros de agua al día, reducir la ingesta de bebidas con cafeína (que deshidratan la piel) y dar preferencia a los alimentos humectantes que son ricos en grasas buenas como hojas verdes (especialmente espinacas y col rizada), aguacate, salmón, huevos, nueces y semillas.
Recuerde que la piel seca y la piel deshidratada pueden ocurrir simultáneamente, por lo que es posible que necesite cuidados más intensivos o procedimientos estéticos como la terapia con luz LED roja. Si estos consejos no tienen efecto en unas pocas semanas, asegúrese de buscar un dermatólogo.